KYRIE ELEISON
     

los 7 libros

22
   

IGLESIAS

     

sucesión apostólica: herencia nobiliaria

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  Existe una herencia que va más allá de las palabras, que soslaya las ideas doctrinales, los aciertos y desaciertos de las instituciones eclesiásticas, y que es la que realmente deja un sedimento valioso en la sociedad y, más concretamente, en el pueblo de Dios. Esta herencia es el cocimiento verdadero de Dios.

Jesús dijo a la samaritana que ellos adoraban a un Dios que no conocían, mientras que los judíos adoraban a un Dios que conocían.
Yo creo que, a pesar de los enormes disparates, como por ejemplo la idolatría a las imágenes, a pesar de los desaciertos escandalosos, como es el testimonio anti-cristiano de muchos pastores, dentro de la iglesia católica existe un conocimiento verdadero de Dios.

Y muchas veces he comprobado que no son precisamente las personas más religiosas las que disfrutan de ese conocimiento, sino aquellas que van un poco “de por libre”, pero que son herederas de toda una cultura donde se ha respirado la acción del Espíritu Santo. Los amigos de ritos, de velas y cirios, de imágenes y jerarquías, ésos por regla general no son precisamente los más capacitados para hablar de Dios con un juicio santo, sino más bien aquellos otros que han encontrado en su propia conciencia una fuente de Paz y Amor.

En muchas iglesias protestantes yo he observado que se respira un ambiente de auténtica espiritualidad. Allí se critica mucho a la iglesia católica, y sin embargo los mismos que la critican son herederos de su espiritualidad, y el conocimiento que tienen del verdadero Dios no les viene dado precisamente por las predicaciones de sus pastores, sino más bien por la herencia de su pasado, pues la mayoría de ellos se ha criado en un ambiente católico en donde enraizó la semilla de la verdadera fe. Aunque luego los desaciertos institucionales les hayan forzado a abandonar esa iglesia y refugiarse en el protestantismo.

Sin embargo la palabra “herencia” muchos la utilizan en un sentido absolutamente anti-cristiano.
Yo soy católico porque conozco a Dios y me gusta moverme en un ámbito espiritual en el cual existan personas que tengan el mismo fundamento espiritual que yo, pero no creo que la iglesia católica sea la única verdadera ni creo que sea la heredera legítima de las promesas de Cristo.

Muchos católicos pretenden este privilegio argumentando que son herederos directos de los primeros apóstoles. Como si la autenticidad interior pudiera ser transmitida por una imposición de manos.
Yo les diría lo que Juan el bautista dijo a los fariseos y saduceos:
“¡Raza de víboras! ¿Quién os ha enseñado a huir de la ira que os amenaza? Haced pues frutos dignos de penitencia. Y dejaos de decir interiormente: ‘Somos herederos de los primeros apóstoles’, porque yo os digo que poderoso es Dios para hacer que nazcan de estas piedras herederos de los primeros apóstoles...”
Jesucristo también habló con mucha claridad a aquellos que decían que no eran hijos de la prostitución, sino hijos de Abraham...