KYRIE ELEISON

     

los 7 libros

49

   

IMÁGENES

     

el perdón

EL PERDÓN


anterior - índice - siguiente

             
  Miro con ternura a mis hijos. Deseo que sean muy felices, quiero regalarles todo lo que yo tengo, y aun más. Sólo tengo que esperar a que sean capaces de valorar y respetar mis obsequios, entonces estarán preparados para recibirlos.

Un día se pelean, se hacen daño. Yo me alarmo mucho, ¿por qué?, ¿por un principio de justicia?
No, me alarmo por un principio de amor: Si mis hijos son injustos entre ellos mismos, yo no puedo obsequiarles con todo lo que tengo previsto: Si ellos no son capaces de llevarse bien, tampoco sabrán valorar ni respetar mis obsequios.
Eso me entristece mucho.
¡Les exijo que se perdonen! Incluso les amenazo... ¿Por qué?, ¿por qué me muestro tan intolerante?
Porque les amo, porque deseo lo mejor para ellos. Porque no puedo obsequiarles si no hay amor entre ellos. Y mi mayor felicidad es verlos felices a ellos.

Si yo, que soy malo, siento de esa manera, ¿cómo no sentirá nuestro Padre celestial nuestras peleas y ofensas entre nosotros?
Uno dice: “¡Padre, haz justicia contra mi hermano!”
¿Deseo yo eso de mis hijos?, ¿desearía que uno me pidiera que castigara al otro? Más bien me alegraría si me dijera: “No importa, papá, déjalo que yo ya lo he perdonado.” A ése le obsequiaría inmediatamente todo lo que pudiera, porque ése merece mi confianza.
Si así siento yo, que soy malo, ¿cómo no sentirá nuestro Padre celestial con todos nosotros sus hijos?