KYRIE ELEISON

     

los 7 libros

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ESPIRITUALIDAD

     

silencio

ACCIÓN Y CONTEMPLACIÓN


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  Prefiero un televisor viejo y desgastado, pero sintonizado con la emisora correcta, que otro que sea una maravilla de la técnica, pero sintonizado a la emisora incorrecta.
Prefiero discutir y pelearme con mis hermanos y amigos, a los que amo, que vivir en paz y respeto rodeado de personas a las que no amo.
Entro en mi habitación: está sucia y desordenada. Me esmero en limpiarla y ordenarla. Cuando lo consigo me siento en mi sillón y me pregunto: ¿Y ahora qué hago?
Prefiero tener algo que hacer en una habitación sucia y desordenada que no hacer nada en una limpia y ordenada.

Cuando unos pocos poseían muchas riquezas mientras que otros no poseían nada, llegó la revolución. Cuando los que no poseían nada tomaron el poder no supieron qué hacer con él. Tenían la habitación ordenada, pero no sabían qué hacer en ella.
Cuando las normas morales oprimían a los hombres y no les dejaban ni respirar, llegó la rebeldía: todos los valores morales fueron desechados. Cuando los valores morales fueron desechados ya no había sentido para sus vidas.
Cuando los hombres decidieron recuperar los valores morales de antaño, se formaron muchos grupos en los que predominaba la disciplina. Cuando esa disciplina llegue a ser férrea y los valores nuevamente estén arraigados, entonces, desde abajo, todo comenzará a pudrirse.

De una iglesia dedicada a la contemplación, a una especie de amor infructuoso por figuras divinas y divinizadas, ahora queremos dar paso a una iglesia activa, que dé fruto a toda prisa y a la fuerza.
Los primeros estaban tan ocupados en amar a Dios, que ni se preocupaban en escucharle. Los segundos están tan ocupados en hacer la voluntad de Dios que ya la dan por sabida.
Nos peleamos contra la historia sin darnos cuenta de que no somos capaces de volver blanco o negro ni uno solo de nuestros cabellos.

Cuando llegó Jesús, Marta se puso a trabajar, a consumir sus energías en servir a los demás. María se sentó junto a Él y se puso a escucharle. ¿A cuál de las dos Jesús defendió?
Para que el siervo pueda cumplir con la voluntad de su amo, primero tiene que detenerse a escucharle. Lo que el amo desea está muy lejos de coincidir con lo que el siervo crea conveniente, porque sólo el amo conoce todo lo que le pertenece.
Dios le dice a su siervo: "Ven que quiero hablar contigo", y el siervo le responde: "Ahora no puedo, porque estoy demasiado ocupado en servirte."

Dice el Señor: "El que acoge y escucha a mi enviado, a mí me acoge y me escucha, el que le rechaza, a mí me rechaza."
¿Cuál es el verdadero siervo y el verdadero enviado? El Pastor conoce a sus ovejas y sus ovejas le conocen a Él, y no se dejan engañar porque Dios, desde dentro, les conduce.
El enviado por el Señor no dice nada por sí mismo, ni habrá nada en sus palabras que sea de su propia cosecha.