KYRIE ELEISON

     

los 7 libros

78

   

EL REINO

     

basureros del mundo

PUREZA


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  Cada expresión humana de la Verdad está sujeta al tiempo y no debe tener valor absoluto. En algunos párrafos de los evangelios vislumbramos expresiones que parecen desvincularse del tiempo, de las circunstancias, y resuenan en el interior del hombre como esa expresión que no pasa, que no está supeditada a nada porque se sostiene en sí misma: "El Cielo y la tierra pasarán, pero mis Palabras no pasarán". Estas Palabras que no pasarán siempre hablan del Amor incondicional entre los cristianos, del perdón y del reconocimiento de nuestra miseria para poder blanquear nuestras vestiduras en la Sangre del Cordero.
Por lo demás, Cristo habló al pueblo judío según sus circunstancias, y el Paráclito nos habla a nosotros según las nuestras.

Ser cristiano no es afiliarse a una ideología, sino haber desarrollado la capacidad para comunicarse con Dios y permitir que su Luz se mantenga encendida en un mundo que vive sumido en la oscuridad. Pero esto no es decisión humana, sino la respuesta a una llamada de Dios que Él hace cuando quiere y con quien quiere.
Los elegidos del Cielo no somos menos pecadores que los demás. Sólo nos diferenciamos en el hecho de que no nos escondemos de nuestras miserias y se nos ha permitido avergonzarnos de ellas. Somos los basureros del mundo, los que nos ocupamos de recoger lo que el mundo ha desechado para que la humanidad pueda salvarse íntegramente.