los 7 libros


	Jesucristo no arrastró a nadie consigo, sino que llamó en la libertad a los que quisieran seguirle. No curó a nadie a la fuerza, sino que decía: "tu fe te ha salvado". No perdonó a nadie que no anhelara la libertad. No reconcilió sino a los que buscaban la conciliación. A los apóstoles sólo les llamó una vez. Ellos le siguieron libremente. Al pueblo no lo congregó con amenazas. A sabiendas de que Judas le traicionaría, no le sermoneó ni puso guardias en torno a él. La Palabra se hizo carne y habitó entre nosotros, pero los suyos no la quisieron escuchar. Prefirieron las tinieblas antes que la Luz, porque sus obras no eran buenas. El banquete de bodas estaba preparado, pero los invitados estaban demasiado ocupados en sus asuntos y no quisieron asistir. Así que Jesús mandó a llamar a todos los marginados para que pasaran a ocupar los puestos de la sala de la fiesta nupcial.