KYRIE ELEISON

     

los 7 libros

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ECUMENISMO

     

anglicanismo y catolicismo romano

ANHELO


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  La unidad de una iglesia no es sostenible si no es Unidad en Cristo.
Los fieles de la asamblea cristiana no deben sentir de igual forma sólo porque escuchen las enseñanzas de los mismos pastores, sino porque estén iluminados por el mismo Espíritu Santo.
Entonces esa unidad es indestructible, porque el Espíritu nunca se contradice.

Pero hay que darle esa oportunidad al Espíritu, la oportunidad de manifestarse y demostrar que, a pesar de hablar distintas lenguas (pertenecer a distintas culturas o entornos sociales), todos le entienden en su propia lengua, es decir, todos entienden las Palabras del Espíritu como algo que les es propio. Sienten intuitivamente que por ese camino se llega a la Verdad.

Pero si no confiamos en el Espíritu Santo, entonces tenemos que fortalecer la idea del líder, para que la unidad no se rompa.
Sin embargo, esto inútil a la larga, un líder humano no puede mantener cohesionada una iglesia indefinidamente.
Por lo que he leído, creo que la iglesia anglicana de da esta oportunidad al Espíritu Santo. Le permite expresarse y pone en Él la confianza de su unidad.

La iglesia católica tiene mucho que aprender en este aspecto.
La figura del Papa puede ser positiva si es signo de una unidad que ya se está dando en el Espíritu, pero es mala si se pretende que sea el Papa el motivo de la cohesión.
Cuando todos estamos unidos, no hay ningún problema en que alguien nos represente; pero si no estamos unidos, el liderazgo convierte el Reino de los Cielos en un imperio terrenal. Y no es esto lo que Cristo predicó.

El Papa no es el representante de Dios en la tierra, sino que es (o debería ser) el representante de la comunión en Cristo de todos los cristianos.
El Papa no puede ni debe pretender el privilegio de la exclusividad de la presencia del Espíritu Santo, porque eso, en definitiva, viene a ser casi lo mismo que suplantarlo.
Y aunque en la doctrina tal pretensión no exista, de hecho se permite a los fieles católico-romanos pensar que realmente es así.
Y en este consentimiento, ya hay un pecado.