los 7 libros


	En mi propia ciudad, con mis paisanos: Allí había un templo. Siete veces entré en aquel templo y siete veces volví a salir, porque allí no había nada. “¡Entra una vez más!”, se me dijo. Pero yo me di media vuelta y me fui muy lejos. Llegue a la tierra de los extranjeros, donde ellos eran paisanos y yo era el extranjero. En medio de ellos se levantaba otro templo. Ellos no me invitaron a entrar, pero entré sin permiso. Me miraban con recelo. No me expulsaron, pero tampoco encontré nada allí. ¿Dónde está el templo que yo busco? Me alejé de aquel lugar. Caminando entre peligros fui agredido por animales salvajes. Una pendiente me hizo caer. Mientras rodaba ladera abajo vi un abismo. Me agarré a tiempo a un arbusto, nadie vino a ayudarme. Luego atravesé un desierto que me invitaba a dejarme morir. Volví sin darme cuenta a mi propia ciudad, entre mis paisanos. Pero ya no era mi ciudad, ni ellos eran ya mis paisanos. Ya no había patria en este mundo que me acogiera: extranjero en todo el mundo. Completamente solo: Entonces fue cuando encontré el Templo que buscaba. Desde mi Templo todos los seres humanos son mis paisanos. Desde mi Templo, toda ciudad es mi ciudad. Los animales salvajes, los abismos los desiertos; ellos son mis amigos. Mi Templo no es de este mundo.